A tua voz remete-me ao silêncio
de uma idade terrivelmente pura.
Terrível é a paixão sobre a imensidade das rosas,
terrível a semente que lanças, amaldiçoando o dia:
cerejas esmagadas por uma incontrolável doçura,
laranjas frias.

José Agostinho Baptista



stars

Apaga as estrelas, vem dormir comigo no esplendor da noite do mundo que nos foge.

Al Berto

El aprendiz

No quiero a nadie y no te quiero, me decía mientras me abrazaba y no me soltaba, mordiéndome los labios y haciendolos sangrar.

Yo fuí quien le dijo que si quería estar conmigo más valdría que no sintiera más por mi que este deseo que nos iba consumiendo, le prometí también que estaría a su lado pero no iba a quererlo ni a sentir más que la pasión que nos llevaba a envolvernos con nuestros cuerpos entre las sábanas, a escondidas.

Más sus ojos lo delataron y pude leer en ellos lo que su corazón comenzaba a sentir y le veía dañando a otras, porque no podía hacérmelo a mí.

Y yo me quedaba en silencio.

Parabéns Carlos


deixa que o outono traga os pássaros e as abelhas
para pernoitarem na doçura
do teu breve coração
- ouve-me -
que o dia te seja limpo
Al Berto

lost


Perder-se também é caminho...
Clarice Lispector

imensamente

Se eu pudesse falar-te. Se as minhas mãos, se a minha voz te tocasse: não me escutas, é ainda demasiado cedo para que saibas que existo. [...] A única forma de te ser fiel é costurar a vida, lentamente, pelo avesso da dor, inventar um peito onde possas deitar-te, cobrir com lenços grandes os espelhos a fim de que nada impeça o teu regresso. Como não quis ver-te partir estarei aqui no dia da chegada. Também eu vim da guerra quando ninguém sabia dos meus passos. Em novembro, de manhã, tão de manhã, que os mortos do meu sangue nem sequer tiveram tempo de acordar. Dormiam como dormes. E cá estão. Fazem parte de ti, de mim, do mundo. De onde tornas a nascer. Imensamente.

António Lobo Antunes

Desprenda aquí

A veces es mejor deshacerse de esas emociones que hacen cosquillas por dentro, guardar silencio para no delatarlas cosa que te sale muy bien.

Pasar de largo y no detenernos para pensar en las cosas que perdimos y podemos llegar a perder, sostener con el orgullo decisiones que pueden volverse muy crueles y yo sé que no siempre merecemos otra oportunidad.

Como si esto que se siente fuera una calcomonía que puede desprenderse con facilidad de nuestros corazones, más sería toda una proeza que en ese proceso no nos llevemos algo de piel.

Pero no queda más que aceptar que no siempre podemos ganar, a veces es demasiado tarde para darnos cuenta de que lo echamos a perder y sin embargo no dejo de tener un poco de fé.

La esperanza de encontrar un pegamento mágico que pueda volver a pegar lo que se ha despegado, que nos dé una mínima oportunidad de que las cosas puedan ser como lo eran antes.